Movimiento Banderas Verdes

Especiales ambientales

PLANTAS Y JARDINES

06. Stop plagas

La flora española es altamente vulnerable a las plagas, sobre todo en áreas del sur y sureste de la península, donde el clima predominante de altas temperaturas y estadios de gran humedad favorecen su aparición y extensión.

En el ámbito doméstico es relativamente fácil de llevar un control diario dela evolución de las plantas y aplicar en caso de necesidad los productos adecuados. Sin embargo en las grandes extensiones de cultivos, las tareas de control son más difíciles y costosas, provocando en la mayor parte de los casos la muerte y deterioro de las cosechas.

Las plagas más frecuentes que se pueden encontrar en España, son llevadas a cabo por:

Pulgones y hormigas

Una de las que más se dejan ver en los jardines cuando empieza a hacer calor, es la de los pulgones. Estos insectos absorben la savia y toman así los nutrientes que deberían llegar a las células de las plantas. Se localizan en el reverso de las hojas y si no se eliminan rápidamente, se reproducen velozmente y la planta va perdiendo color y deformándose hasta que muere.

Las hormigas también suponen un enemigo ya que propician la aparición de pulgones, concretamente, las denominadas hormigas podadoras, se caracterizan por atacar a los tallos de las plantas. Para su eliminación, se utilizan cilindros artificiales que desprenden olores atractivos tóxicos, de manera que cuando éstas se lo llevan al nido, acaba con la vida de toda la colonia. Para los pulgones, si se han localizado rápido, basta con deshacerse de las zonas afectadas, pero si no es así, debería aplicarse un insecticida sistémico que acabe con ellos cuando piquen a las plantas.

Cochinillas

Son propicias en ambientes secos, por lo que en invierno y otoño pueden aparecer en plantas de interior y en veranos calurosos en el exterior. Actúan fijándose a las plantas y succionando la savia. Poco a poco van deformando las hojas y los nuevos brotes, pudiendo llegar a matar a la planta si se extienden mucho. Producen la aparición de manchas blancas o marrones que decoloran las hojas, que además sirven de alimento para los hongos.

Al igual que los pulgones, se eliminan con la aplicación de insecticidas sistémicos apropiados para que cuando la planta los absorba y las cochinillas lo chupen, mueran envenenadas. Cuando los ataques son leves, se pueden eliminar aplicando agua jabonosa.

Mosca blanca

Aparece en climas de altas temperaturas y humedad. Se coloca y pone los huevos en el envés de las hojas, donde pica y se alimenta de la savia. Esto impide que los nutrientes lleguen a la hoja, por lo que finalmente esta pierde color, se pudre y se deforma. Además, favorecen la aparición de hongos ya que éstos se alimentan de sus secreciones. Algunos insectos se alimentan de ellas, como la Mariquita, Mantis religiosa o Tijereta.

El picudo rojo

Es un insecto originario del Asia tropical. Suele hospedar los cocotero y otras palmeras, como la palmera del aceite, la palmera canaria y la palmera datilera. Las plantas, cuando se ven afectadas por la plaga, se amarillean y marchitan, pudiendo llegar a producirse la muerte del pie afectado. El control de esta plaga es complicado y por el momento, a falta de método seguro, se procede a la eliminación de los pies afectados y los que se sospecha pudieran estarlo, para evitar la propagación del insecto.

Es una de las plagas más graves que afecta a las zonas del sur de la península.

Gusanos y moluscos

Los gusanos se caracterizan por atacar las raíces o los bulbos, mientras que los caracoles y babosas se centran en los brotes más tiernos en hortalizas, frutas y verduras. Estos últimos también dejan un rastro mucoso y tóxico para las plantas.

Con insecticidas en grano en la propia tierra o aplicando serrín alrededor del tallo se puede acabar con ellos. También se puede remover bien la tierra para descubrirlos y deshacernos de ellos directamente.

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